En el ITACyL conservamos 806 muestras de suelo. De ellas, 586 fueron tomadas en las campañas del 2013 y del 2016 en parcelas de distintas comunidades de regantes. El resto -220 muestras- fueron recogidas en los distintos horizontes del suelo, de los sondeos realizados en 50 segmentos de la Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de los Cultivos (ESYRCE).
Las muestras están georreferenciadas y tienen su identificador correspondiente en la Base de datos de los suelos de Castilla y León. En lugar de deshacernos de ellas, las hemos ordenado y guardado en el archivo, y son el germen de la Edafoteca de los suelos de Castilla y León. El interés de una edafoteca radica en que permitirá en el futuro conocer cuál era el estado de los suelos de Castilla y León en el momento actual, pudiendo aprovechar, además, nuevas técnicas analíticas. De esta forma se podrán identificar cambios en las propiedades de los suelos en décadas. Otra de las utilidades es poder conocer los niveles de referencia de diversos elementos ante posibles contaminaciones de suelos en el futuro.